En Perú existen alrededor de 100,000 personas dedicadas a la estiba de productos de consumo humano, muchos son migrantes de provincia. Los productos cosechados son envasados en costales de 100, 120 y 140 kg., los cuales llegan en camiones cada madrugada a los mercados mayoristas para ser comercializados.

Una noche, un estibador puede cargar hasta 200 sacos de cebollas que pesan entre 115 y 125 kg. (20 toneladas). La O.I.T. señala que los sacos para cargar productos alimenticios deben tener un peso máximo de 50 kg. Las condiciones en las que se realizan los trabajos en los mercados, así como el peso no regulado de las cargas, afectan tremendamente la salud de los estibadores. No tienen seguro contra accidentes ni de salud, los salarios son menos que mínimos y el gobierno sigue dándole largas a la aprobación de leyes que regulen las condiciones de trabajo en los mercados.

Por cada saco, el estibador cobra 80 céntimos de sol, equivalente a 25 centavos de dólar.

««« Fotografía documental