Repaje de Marcapata, Cusco, 2015
La iglesia de San Francisco de Asís está ubicada en Marcapata, provincia de Quispicanchi, Cusco. Fue construida a inicios del siglo XVII, como punto de evangelización de la selva de Madre de Dios, y forma parte de las iglesias de la Ruta del Barroco Andino en el sur del país. Está hecha de barro, tiene pinturas murales y parte de su piso es de madera de pona. Durante siete días, hombres de Warocani, Yanacocha–Inkacancha, Socapata, Unión Araza, Puyca, Qollana Marcapata, Sahuancay, Collasuyo y Yanacancha cambian la paja en mal estado del tejado. Después tomarán sus caminos y regresarán a sus comunidades.
Así, siempre. Así, cada cuatro años, en agosto.
Casi todos los que participan en el repaje son hombres. Lo más jóvenes, en el techo. Los viejitos, alrededor del templo, algunos trabajan el junco nihua. Frotan la fibra hasta convertirla en k’eshwa, la soga que unirá los fardos de ichu a los palos del techo. Otros, en grupos de siete u ocho, forman círculos, dan vueltas mientras lanzan el ichu al aire, lo sueltan, desarman y amontonan en el centro. Después, recogerán el ichu, formarán los fardos y los subirán con la mula, artilugio de madera para enviar los fardos, para la reparación. Se ven pocas mujeres. Ninguna puede subir a la iglesia o estar en la mesa de autoridades. Las únicas que ayudan son viudas o solteras. Las casadas aparecen ocasionalmente llevando comida y enormes tachos llenos de chicha.Cada comunidad tiene un lugar en el techo de la iglesia San Francisco de Asís, marcado por una bandera peruana y un surco, el huacho. Resguardarlo es un honor que se transmite de generación en generación. Además, hay cuatro bandas de música. Tocan siempre la misma canción. Día y noche, como si fuese un mantra. Bailamos y cantamos. La fiesta acaba y la iglesia tiene su techo renovado.
Marcapata. Su nombre en quechua significa sobre la cumbre. Así es literalmente. Es uno de los lugares del Perú donde más llueve, una localidad que forma parte de la milenaria ruta del oro, la plata y la coca, que está protegida por la montaña Pachatusan, con los ríos Putumayo y Chacubamba bordeando el cerro, y con un horizonte perfilado por infinitos cerros llenos de árboles que apuntan a la selva baja. En el centro, el templo: la iglesia San Francisco de Asís, cuyo repaje acaba de ser reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación. (Iñigo Maneiro).