Libros
Las piezas fotográficas combinan dos elementos que comparten un discurso similar: ya no se les da el uso para el cual fueron concebidos.
Los libros se convierten en una superficie para la fotografía, ya no es la lectura su uso primordial. Y de esta manera, las fotos, caracterizadas por su bidimensionalidad, se transforman en volúmenes.
Los edificios se abandonan y quedan como testigos mudos de su función. Las casas, que en un momento cobijaron personas, se reciclan en talleres mecánicos y en bodegas. Los cines se vuelven iglesias.
La ciudad y los objetos mudan, generando formas, gustos, funciones y significados nuevos.
Nosotros también.